Tegucigalpa,Honduras
'Un poco más... un poco más', decía, con la cara llena de felicidad, Óscar Pérez, el mítico portero mexicano que el domingo por la noche se consagraba campeón de México con Pachuca ¡a los 43 años!
Al Conejo le preguntaba un periodista de TDN si ya se iba a retirar de las canchas, pero ni las cuatro décadas en el verde césped parecen acabar con la historia de este guardameta nacido en Cruz Azul que, en mayo de 2017 (cuando tenga 44 años), terminará su relación de trabajo con los Tuzos.
“Estoy feliz, estoy contento, tres años acá en Pachuca, dos finales, una semifinal y este título, ¿qué más puedo pedir?', sumaba el Conejo palabras a su estado de excitación, mientras la fría estadística hablaba de una marca rota: la de Sergio Bernal, hasta ayer el jugador de la Liga MX más viejo en gritar campeón: con 39 años en el Pumas monarca del Clausura 2009.
El Conejo se fue saltando como un niño para seguir celebrando en cancha de Monterrey con sus compañeros y con su entrenador, el uruguayo Diego Alonso, ¡dos años menor que él!
De todos modos, a Óscar Pérez no se le había olvidado cómo dar una vuelta olímpica, ni siquiera porque su última la había dado en el Invierno 97 con su primer amor, Cruz Azul.
'Es increíble, tiene 10 años que me va diciendo que juega seis meses más y se retira y sigue jugando y jugando”, expresó, entre risas, Marco Garcés, compañero de la Máquina Cementera campeón del 97 y, ahora, director deportivo de los Tuzos.
Sí. Seguro que en algún lado del campo, Óscar Pérez tiene enterrada alguna pata de conejo... de la buena suerte.
'Un poco más... un poco más', decía, con la cara llena de felicidad, Óscar Pérez, el mítico portero mexicano que el domingo por la noche se consagraba campeón de México con Pachuca ¡a los 43 años!
Al Conejo le preguntaba un periodista de TDN si ya se iba a retirar de las canchas, pero ni las cuatro décadas en el verde césped parecen acabar con la historia de este guardameta nacido en Cruz Azul que, en mayo de 2017 (cuando tenga 44 años), terminará su relación de trabajo con los Tuzos.
“Estoy feliz, estoy contento, tres años acá en Pachuca, dos finales, una semifinal y este título, ¿qué más puedo pedir?', sumaba el Conejo palabras a su estado de excitación, mientras la fría estadística hablaba de una marca rota: la de Sergio Bernal, hasta ayer el jugador de la Liga MX más viejo en gritar campeón: con 39 años en el Pumas monarca del Clausura 2009.
El Conejo se fue saltando como un niño para seguir celebrando en cancha de Monterrey con sus compañeros y con su entrenador, el uruguayo Diego Alonso, ¡dos años menor que él!
De todos modos, a Óscar Pérez no se le había olvidado cómo dar una vuelta olímpica, ni siquiera porque su última la había dado en el Invierno 97 con su primer amor, Cruz Azul.
'Es increíble, tiene 10 años que me va diciendo que juega seis meses más y se retira y sigue jugando y jugando”, expresó, entre risas, Marco Garcés, compañero de la Máquina Cementera campeón del 97 y, ahora, director deportivo de los Tuzos.
Sí. Seguro que en algún lado del campo, Óscar Pérez tiene enterrada alguna pata de conejo... de la buena suerte.