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Tres muertos y varios heridos durante caos en el estadio capitalino

Motagua se pronunció en sus redes y señaló la Ultra Fiel, pero Olimpia en un tuit contestó que los que atacaron fueron seguidores comunes

17.08.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS. El fútbol, siendo el deporte más hermoso del mundo, se sigue dañando con hechos violentos que no tienen sentido. Tal y como ocurrió en Argentina con la final de la Libertadores entre Boca-River, el clásico nacional entre Olimpia-Motagua se tiñó de sangre. Esta vez ganó el vandalismo y el caos.

Lo que pasó

El autobús en el que se transportaban los futbolistas de Motagua fue atacado por aficionados rivales y esto desencadenó una serie de acontecimientos violentos.

A las 6:00 de la tarde, el autobús se detuvo en el semáforo que está a cien metros del coloso. Un grupo de aficionados con camisas de Olimpia que estaban en la zona comenzaron a agredir el autobús.

Lanzaron piedras y botellas. La escolta que acompañaba al equipo también fue atacada por la turba. Los jugadores en el interior del automotor resultaron heridos por los vidrios que se desprendieron.

El cuerpo técnico le pidió al conductor que regresaran inmediatamente al hotel de concentración mientras los jugadores se quitaban los escombros de encima. Poco después llegaron las ambulancias a atender a los futbolistas Emilio, Rougier y Moreira, que fueron los más afectados.

Motagua se pronunció en sus redes y señaló la Ultra Fiel, pero Olimpia en un tuit contestó que los que atacaron fueron seguidores comunes que estaban a inmediaciones del viejo Tiburcio. En el Estadio Nacional abundaba la desinformación.

El comisario del partido, Marco Tulio Córdova, aseguró que el protocolo debía continuar según lo establecido, independientemente de que Motagua no se había presentado al inmueble.

El tiempo seguía corriendo y Olimpia salió a calentar al igual que los árbitros. La Liga Nacional Profesional no se había pronunciado al respecto, pese a las imágenes lamentables.

Los dirigentes de nuestro fútbol se tardaron demasiado para oficializar la suspensión del partido.

¿Qué salió mal?

Los motagüenses responsabilizan el operativo de seguridad que fue defectuoso por el hecho que de que la escolta policial llevó el bus hasta donde estaba un nutrido grupo de seguidores rivales.

Además, pocos elementos de seguridad resguardaron al Ciclón Azul en su trayecto a la cancha. Para los uniformados fue imposible controlar la situación.

Una hora después del altercado, en las afueras del estadio se produjo un enfrentamiento entre hinchas azules y blancos.

La Policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a las masas, lo que generó histeria colectiva en el interior del recinto deportivo.

En su desesperación, una turba rompió el portón principal que conduce al engramillado. Mucha gente resultó afectada y tuvo que recibir atención en la propia grama.

La Policía tomó la determinación de evacuar a las personas para que ingresaran al rectángulo de las acciones.

Posteriormente, cuando la situación se controló, todos volvieron a sus casas. En las afueras del Nacional quedaron piedras, palos y algunos charcos de sangre de varios aficionados que fueron golpeados. Además, hubo varios carros que terminaron saqueados y con los vidrios rotos.

Los tres fallecidos

Al Hospital Escuela ingresaron unas siete personas heridas. Además, se reportó el fallecimiento de Carlos Fernando Alvarado, de 26 años; Jefferson Banegas, de 24, y la otra persona que no portaba identificación.

Sin embargo, más aficionados continuaron llegando en condiciones delicadas. En Comayagüela se reportó que varios aficionados fueron detenidos por las fuerzas de seguridad


FOTOS: Los destrozos que dejaron miembros de la Ultra Fiel a bus del Motagua

Foto: El Heraldo

Dos jóvenes son trasladados en una patrulla policial tras resultar heridos.