Deportes

Estadio Nacional de Tegucigalpa pasará a una Alianza Público Privada

Con la entrega del coloso unos creen que habrá una necesaria remodelación, otros ven un negocio detrás

09.05.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La modalidad de la Alianza Público Privada ahora alcanza al deporte nacional. La primera infraestructura en la ruta de entrega será el Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino.

En los próximos días, el Poder Ejecutivo enviará el contrato de adjudicación al Congreso Nacional para su aprobación. El tema se maneja a muy alto nivel y la discreción es tal que se desconoce cuáles son los términos en que se traspasará la infraestructura futbolera a la Fundación para el Desarrollo del Fútbol (Fundefut), integrada por los clubes Motagua y Olimpia.

No habrá licitación, todo se realizará de forma directa. Esta determinación ya sembró el temor en la dirigencia de otras disciplinas deportivas que presagian el inicio de una carrera para entregar otras instalaciones- como el estadio o los gimnasios de la Villa Olímpica- a organizaciones no gubernamentales con apariencia de no tener finalidades de lucro.

La Fundefut, organización de carácter privado, desde hace unos seis años ya viene manejando bajo el concepto de arrendamiento los palcos del Estadio Nacional, la U televisiva o vallas publicitarias a nivel de cancha, así como los derechos de venta de refrescos y cervezas, y el alquiler de cafeterías y otras ventas.

Por este contrato, la Fundefut únicamente le entregaala Comisión Nacional Pro Instalaciones Deportivas (Conapid) la raquítica cantidad de seis millones de lempiras anuales.

EL HERALDO consultó a diferentes personas del sector gubernamental y deportivo sobre las condiciones en que se hará la concesión, sin embargo dijeron desconocer la negociación ya que todo se está manejando al más alto nivel gubernamental, mencionando al viceministro de la Presidencia, Ferid Bascha y al secretario privado Ebal Díaz como los únicos que conocen el tema.

Algunos de los entrevistados creen que la privatización es buena porque mejoraría las condiciones del estadio; otros ven detrás de ello un gran negocio, pero también están aquellos que consideran que se trata de un hecho que únicamente refleja la incapacidad del gobierno para tutelar el deporte.

-Contrato-
Sobre la adjudicación, Bascha sostuvo: “Digamos que no es un concesionamiento, es una alianza que se va a hacer con Fundefut para lo que es la remodelación del estadio, el modelo económico ya está. Ahorita lo que está en discusión y aprobación es el modelo jurídico de cómo va a ser el contrato convenio que se va a mandar al Congreso (Nacional) y solo falta ultimar ciertos detalles y ya los números están”.

El viceministro expresó que no pasa de un mes para que se haga el anuncio formalmente. Sobre las condiciones en que se hará la entrega, aseguró que “prácticamente hay un modelo que se está desarrollando actualmente en el cual esta fundación es la encargada de darle el mantenimiento, porque son los dos equipos que juegan ahí.

Lo que se va a hacer es sacar un préstamo y que con los ingresos que genere el estadio se pueda pagar el mismo, porque ya vimos que es rentable poderlo pagar, no va a haber ningún problema”. Continuó: “ La idea es remodelarlo, sacar el préstamo y poderlo pagar. Bajo el entendido que se tiene que respetaralos demás equipos que quieran jugar acá, en caso que requieran jugar acá, incluyendo todas las actividades que se realizan dentro del estadio”.

Sobre quién será el responsable del empréstito, Bascha dijo que “será un préstamo avalado por el gobierno a través de Conapid y Fundefut”. Bascha no quiso dar un estimado del préstamo que el modelo ya arrojó, porque de ello -según él- se deriva también el contrato que se está elaborando.

“El modelo económico ya está hecho, y solo se está trabajando con el tema, que es cómo va a cuadrar para ver a cuántos años va a ser dado. No es una privatización”, defendió, sin explicar cómo se llamará entonces el otorgamiento.

A su criterio, lo que se busca es modernizar la instalación deportiva a estándares de la FIFA. El tema pasa por hacer un modelo rentable en el cual el estadio sea auto sostenible, dijo.

Ante la poca transparencia con que se está manejando la entrega, a través de sus indagaciones EL HERALDO conoció que entre lo discutido y aprobado está también la creación de un fideicomiso y ya se tiene el banco que lo va a manejar. Igualmente que el tiempo de la concesión será de 20 años.

De acuerdo con Bascha, el préstamo que se obtendrá para realizar las mejoras del estadio se pagará sin ningún problema con las entradas, sin embargo las taquillas que registran los partidos ponen en duda su expectativa.

Es que el fútbol hondureño hace años perdió su encanto y lo poco que generan los torneos de la Liga Nacional -en este caso en el Estadio Nacional- se lo reparten los dos principales equipos capitalinos.

La calamidad que vive el fútbol es producto de la corrupción, el descuido en la temprana formación de los nuevos futbolistas, el encarecimiento de las contrataciones de jugadores, la pobreza de los espectáculos, la violencia que generan los aficionados y la incapacidad estatal para fomentar la práctica de este y otros deportes. Debido al descuido, hace varios años la afición se retiró de las graderías de las canchas y así lo muestran los datos estadísticos de la Liga Nacional.

En el Torneo de Apertura 2018, solo en el estadio capitalino se jugaron 28 partidos entre julio y diciembre. A estos 28 partidos -uno sin datos- llegaron un total de 159,932 aficionados que dejaron un ingreso de 16,303,950 lempiras. En 12 de 13 partidos de la primera vuelta asistieron 45,879 aficionados dejando una taquilla de 3,115,084 lempiras.

A los 11 partidos de la segunda vuelta llegaron 31,835 espectadores que pagaron 2,515,290 lempiras. Mientras que a cuatro partidos de la semifinal y final acudieron 82,218 aficionados que dejaron una taquilla de 11,303,950 lempiras. O sea que a estos cuatro encuentros llegó más afición que en los 23 partidos de las dos vueltas, incluso de igual manera doblaron los ingresos de los partidos anteriores juntos.

Estos datos de la Liga Nacional muestran diferentes aspectos, primero la ausencia de la gente en el estadio de Tegucigalpa, donde hubo partidos al cual solo llegaron 518 y 702 aficionados cuyo aporte económico no ajustó ni para pagar la luz eléctrica que gastaron. Otro hecho es que la gente quiere ver grandes exhibiciones y ven en la semifinal del torneo alguna posibilidad y asiste, situación que es aprovechada por los equipos para ponerla boletería aun precio más elevado.

La realidad y los datos muestran que el regreso de la afición al Estadio Nacional no solo pasa por un millonario maquillaje de su infraestructura, sino por la atención que se le brinde a toda la estructura del fútbol comenzando desde las ligas infantiles, por la práctica de un fútbol más atractivo y por el control de ciertos grupos de fanáticos desquiciados.

Para conocer cómo la Fundefut administrará, mejorará y le dará mantenimiento al Estadio Nacional -una vez se le entregue la concesión- y cuál será la hazaña que realizará para atraer a la afición, se llamó a Omar Ordóñez, miembro de tal fundación y su respuesta fue: “No estoy autorizado para hablar”.