Deportes

Matías Galvaliz, el cerebro de Motagua: 'La ‘10’ no pesa, es solo un número”

Nido de las águilas Después de conocer Roatán, el pequeño volante pidió sus deseos para 2019. ¿Qué palabra catracha se le ha pegado? “Me veo mucho tiempo en Motagua”

07.01.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La pelota al número “10”. Al que sabe. Al enano de paladar negro que simplifica las ideas filtrando un pase largo que terminará en gol...

Dásela a Matías Galvaliz que él resuelve. “Siempre de chiquito me ha tocado usar la ‘10’, pero como dicen en Argentina es solo un número, nada más que eso”, confiesa.

-¿Pero vos pediste la “10” cuando llegaste al Motagua?

-No, para nada. No vine con ese tipo de pretensiones. Pasa que se fue Carlos el Chino Discua a Marathón y Erick Andino pidió la “7” y justo quedó libre la “10”. Ahí fue cuando me la dieron.

-¿Y cuál ha sido tu ídolo de siempre número “10”?

-En Argentina uno de los mejores que miré jugar fue a Juan Román Riquelme, ahora veo muchos videos de él y me gusta mucho su juego.

El petiso acaba de terminar un trabajo regenerativo en la Villa Olímpica, al que fueron convocados los futbolistas del campeón después del amistoso 1 a 0 que se le ganó a Real España en Cantarranas; ya pasaron las cortas vacaciones y el paraíso terrenal ha quedado atrás.

“Cuando terminó la final no te imaginás lo que hemos disfrutado el título con los chicos... no es fácil lo que logramos en el Apertura. Después nos fuimos de vacaciones a Roatán porque todos nos recomendaban ir y la pasamos muy bien con mi esposa Victoria y mi hija Julieta”, cuenta Matías Galvaliz, el director de la orquesta azul.

-¡Uf, Roatán! ¿Habías ido a una playa igual?

-No, nunca. Es la primera vez que vamos y por ejemplo es mejor que Mar del Plata (en Argentina) porque el agua es mucho más cálida y hay menos viento.

Foto: El Heraldo

Matías cuenta con un gran dominio del balón.

-Ya visitaste la isla del encanto... pero ya se te quedó alguna palabra catracha, ¿Mati?

-¡Je, je!... jodemos con los chicos porque hay una palabra que nos llama la atención: cipote, esa nunca la había escuchado y acá la escucho todos los días.

-Y ahora, decime una mala palabra en catracho que ya tenés bien pegada.

-¡Oh!, no sé... acá los chicos insultan mucho pero en inglés: ¡Fok! ¡Fok, qué calor!... ja, ja, ja... en Argentina el inglés nada, viste, cero.

-Ja, ja... ¿y ya manejás acá?

-Por el momento no tenemos carro, andamos en taxi o con Jonathan Rougier, el único que tiene carro de los tres argentinos que nos llevamos.

-¿Y se han perdido?

-No, Joni la tiene bastante clara... lo que sí nos ha pasado es renegar del tráfico, porque se hace muy intenso en las horas pico.

-Seguro. Ahora imaginate por un momento que fueras taxista, se sube un motagüense y te pide que lo llevés a la copa 17. ¿Qué hacés?

-¡Imposible!, salvo que use el Google Maps para que me lleve con el GPS... ja, ja, ja... obvio, ganar la copa 17 es uno de los deseos del año para todos y luego comprar un carrito y empezar a conocer un poco más la ciudad.

-Y claro para que Julieta conozca más, ¿eh?

-Por supuesto. Mirá que es inquieta, tiene tres años y cuando está jugando en la casa ya canta como la barra: “¡Sale, sale, sale, Ciclón!”. Es que va a la cancha los domingos y escucha todo... ja, ja, ja.

Una nueva ilusión...

En la capital hay un poco más de viento y el campeón nacional mantiene la base de la plantilla que le ha generado tantos éxitos en los últimos cuatro años. “Y si me pedís mis deseos de 2019 serían arrancar de la mejor manera el Clausura, hay que reafirmar lo que estamos haciendo, y claro que ganar el bicampeonato”, tira.

Un logro que no es nuevo en la gestión de Diego Vazquez, el DT argentino que recibió de un amigo entrenador un video de Mati para dar el visto bueno. “Desde el primer día se ha comportado muy bien conmigo, Diego tiene su carácter, pero es un gran líder y por ejemplo a mí siempre me pide que participe en el juego, que me mueva a los espacios vacíos para estar en contacto con el balón”, analiza este Canalla de nacimiento, un hincha de Rosario Central de 29 años que puede presumir de haber estado en alguna charla del hispanoargentino Juan Antonio Pizzi, el timonel que lo hizo debutar en la Academia.

-¿Cómo estuvo esa temporada con Central y Pizzi, Mati?

-Fue un lindo privilegio haber estado ese año en Rosario y haber debutado con esa clase de entrenador. En ese equipo estaban Jesús Méndez, Omar Zarif, Cristian el Kily González, Paulo el Laucha Ferrari. Fue un privilegio haber estado con ellos.

-¿Cómo es jugar en el Gigante de Arroyito?

-Es hermoso, yo soy hincha de Rosario y te digo que si Central juega un amistoso de local, la cancha se llena. Es una sensación hermosa que siempre la llevaré en mi corazón, por más que no pude jugar ningún clásico ante Newell’s... pero es similar a Honduras, la gente solo quiere ganar ese partido y lo que pasa durante todo el año se puede perdonar, pero ese juego hay que ganarlo.

-¡Ah, bueno! Y acá tenés el Motagua-Olimpia.

-Nos dolió mucho perder sobre la hora el clásico de la primera vuelta, pero gracias a Dios en la final les pudimos ganar la llave y coronarnos campeones. Eso fue muy lindo para la gente, que lo habrá disfrutado mucho.

-¿Y vos? Le ganaste el título a Olimpia, ¿eh?

-Rebien, orgulloso del plantel. No sé si hicimos un buen segundo partido, pero durante el año hicimos un torneo bárbaro: líderes, con la valla menos goleada y con más goles a favor y dejamos al segundo cinco puntos abajo. Fuimos claramente merecedores del título.

-Aunque esos últimos minutos ante Olimpia fueron bravos, ¿eh?

-Cuando ellos hicieron el gol vimos el cronómetro y aún faltaba mucho para terminar. Ellos no tenían nada que perder y se fueron con todo, pero resurgió lo que hicimos durante todo el torneo en defensa.

El Clausura arranca dentro de pocas horas y a Mati le gusta lo que hace. “Estoy muy contento acá, el nivel de juego es muy bueno y me veo mucho tiempo en Honduras... tengo contrato hasta mayo, pero uno siempre piensa en positivo para renovar el contrato”. Una relación que lo ha llevado por muchas canchas del país, hasta pasar el domingo por Cantarranas. “Íbamos entrando a la cancha y había caballos cruzando por la ruta... ja, ja, ja... igual son cosas que uno las ha visto en Argentina”, aclara.

Mati al natural, sin caretas. Quiere el bi y quedarse a vivir en Motagua.