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Danlí lanza un SOS: el Marcelo Tinoco se cae a pedazos y urge de una reingeniería...

LNP Se reactivó el fútbol de Primera en oriente, pero el estadio sigue siendo el mismo de hace 30 años. ¡Continúan esperando una promesa de “Pepe” Lobo!

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13.10.2018

DANLÍ, HONDURAS.- El Estadio Marcelo Tinoco se cae a pedazos y las fuerzas vivas de la capital del maíz elevan un SOS para que las autoridades estatales miren con ojos de preocupación a una instalación que 30 años atrás era orgullo popular.

Wilmer Andrade, presidente del Comité Promejoramiento del Estadio Marcelo Tinoco, confirmó en grabadora lo que una visita de Zona Deportiva pudo constatar: “El estadio colapsó”.

Un complejo anacrónico
¿Cuáles son las principales deficiencias del recinto que a finales de los años ochenta sirvió de casa en Primera División al Súper Estrella?

A simple vista un hincha que llega con su familia a la cancha danlidense se encuentra con un parqueo sin señalización y lleno de basura; además, es notorio el deteriorado estado de las paredes y las graderías de madera, que son la mayoría, están cerca de podrirse.

“Cuando Porfirio Lobo Sosa era presidente aterrizó acá en su helicóptero y le prometió al exalcalde José Antonio Urrutia iluminar el estadio; hace tres años Juan Orlando Hernández vino a la inauguración de la primera Copa y le prometió al exalcalde Ramiro Chacón que iba a hacerle mejoras importantes al estadio, pero hasta el día de hoy no ha habido ninguna ejecución de proyectos”, lamentó Wilmer Andrade, quien continúa enumerando los efectos que el tiempo ha hecho en la estructura.

“Nos da pena que la cara ante las cámaras de televisión sea esa vieja tribuna de Sol, que cuando llegan equipos grandes resulta insuficiente para albergar a tanta gente, por lo que la mayoría de los aficionados tienen que ver el partido de pie; en cuanto a la grama hay que renovarla por completo, junto al sistema de riego y el drenaje, que ya se quedaron obsoletos”, consideró WA.

Real de Minas, una bolsa de oxígeno...
Con escaso apoyo de la Federación Nacional de Fútbol y de las autoridades municipales, las únicas cuentas potables de entrada de dinero para el estadio son el 10 por ciento que recibe la administración por cada taquilla que registra el club Real de Minas y el alquiler de la cancha para Liga de Ascenso (con su club afiliado Estrella Roja), Liga Máster y Liga de Veteranos.

“Solo hay capacidad para pagar a dos empleados: el yardero que cuida la cancha y el vigilante; son 25 mil lempiras para ellos y para pagar energía, combustible para el tractor y fertilizantes”. Real de Minas ha jugado tres partidos de Primera División, volverá a jugar el 21 de octubre ante Marathón y el 28 de octubre ante Honduras de El Progreso, y de acuerdo a Wilmer Andrade “los dirigentes de este club ya nos dijeron que en el Clausura van a jugar los nueve partidos de local en Danlí... sobre todo por eso los danlidenses merecemos un estadio digno”.

¿Quién dice yo? ¿Congreso? ¿JOH?