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Neymar, sus lágrimas y un 'mea culpa' para evitar errores en el futuro 

En la previa del amistoso en Lille ante Japón (victoria 3-1), el técnico de la 'Seleçao' Tite había insistido a sus jugadores que se 'imaginaran que ya están en el Mundial'

11.11.2017

París, Francia
Más allá de las lágrimas que han dado la vuelta al mundo al denunciar el trato de la prensa francesa, la comparecencia de Neymar el viernes dejó un 'mea culpa' destinado a asumir errores e intentar evitarlos en el futuro porque podrían comprometer el futuro de la selección brasileña.

En la previa del amistoso en Lille ante Japón (victoria 3-1), el técnico de la 'Seleçao' Tite había insistido a sus jugadores que se 'imaginaran que ya están en el Mundial'.

Y, tras el duelo, muchos se preguntan qué hubiera ocurrido en la Copa del Mundo 2018 con Neymar tras el golpe que dio con su mano en la cara del japonés Hiroki Sakai durante una pugna.

Reaccionar al juego duro

Corría el minuto 55 y el árbitro francés Benoit Bastien decidió consultar el asistente de vídeo (VAR). A continuación mostró una amarilla al brasileño.

¿Qué hubiera pasado en Rusia con un gesto similar y una interpretación diferente? En un torneo corto como la Copa del Mundo una expulsión y una sanción de varios partidos puede arruinar el futuro de una selección y este es el temor que existe en Brasil con las reacciones del ídolo.

En su conferencia Tite reconoció que ha tratado este problema con el jugador. Tuvieron una conversación tras el 'Clásico' francés el 22 de octubre, 2-2 ante el Marsella, cuando respondió a la agresividad local y fue expulsado.

'Todo el mundo trata de pararlo con faltas y él reacciona, he hablado con él sobre esto. Lo hicimos después de la tarjeta roja, dio una patada y otra a continuación', dijo Tite.

El propio Neymar, sentado junto a su seleccionador, hizo examen de conciencia: 'Quiero pedir disculpas por mis errores, porque cuando eres un gran jugador, más allá, un ídolo, eres un ejemplo para mucha gente, tienes que ser perfecto y a menudo yo no lo soy. Soy un chico de 25 años, que tiene que aprender mucho en el fútbol'.

'He cometido bastantes errores, y los cometeré, pero pido perdón. Sé que debo cambiar, progresar... Soy un ser humano, lloro y a veces me levanto de mal humor, aunque la mayor parte del tiempo estoy contento', añadió el brasileño.

Pero el titular que había explotado en la conferencia de Neymar en los bajos del Estadio Pierre Mauroy fue la petición a la prensa para que deje de publicar 'esas historias que no tienen razón de ser'.

'Todo el mundo inventa historias sobre mi presencia en París, mis relaciones con el entrenador, con Cavani. Esas cosas no existen, no es cierto', insistió Neymar.

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Respuesta en Francia
El brasileño se refería principalmente a las informaciones de L'Equipe acerca de sus malas relaciones con el entrenador Unai Emery y con el delantero uruguayo, y a los artículos aparecidos en la prensa española sobre su supuesto interés por regresar al Barcelona.

L'Equipe, que el miércoles le dedicó la portada con el titular 'Un abismo entre ambos' haciendo referencia a Emery, respondió este sábado al brasileño en paginas interiores.

'Neymar, la lágrima en el ojo', titula y califica las palabras del jugador de 'una forma de desmentido global, suficientemente impreciso para no exponer con claridad los hechos mismos'.

'L'Equipe, evidentemente, mantiene sus informaciones', añade el diario deportivo.

Sport, diario deportivo barcelonés que había informado de que Neymar preguntó a sus antiguos compañeros en el club azulgrana qué les parecería su regreso, llevó a portada la rueda de prensa.

'Neymar estalla: '¡Parad ya!'', tituló este sábado con una fotografía del brasileño llorando.

Sus lágrimas brotaron cuando Tite le pidió que se quedara en la sala para escuchar sus palabras. La estrella no aguantó la emoción y se abrazó a su entrenador.

'Es un ser humano y comete errores, nadie es perfecto, pero cuando tiene un problema con alguien, lo resuelve en el vestuario. Realmente es un buen chico', le dedicó Tite, consciente de que gran parte de su proyecto pasa por mantener el equilibrio emocional del chico de los 222 millones de euros.