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Lobos de la UPN perdió 2-0 ante Olimpia en el estadio Nacional

El equipo Olimpia llega con varias bajas al partido. el conjunto melenudo prefirió cumplir con lo establecido y su entrenador, el colombiano Carlos Restrepo, se las tiene que jugar para reponer las piezas que tendrá ausente.

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01.11.2017

Tegucigalpa, Honduras
Tuvieron que pasar 71 minutos del partido para que el Olimpia derrotara la meta de Los Lobos de la UPN en el Nacional. Roger Rojas puso el 1-0 a favor de los Blancos.

Solo pasaron 9' minutos y Roger Rojas apareció otra vez para poner el 2-0. Olimpia gana en el nacional. Al final los leones se salieron con la suya y se llevaron los tres puntos.

Se resquebrajó la UPN
Jugando con 10 hombres desde el minuto 27 (tras la roja directa al ex-Olimpia Ariel Flores por una fuerte entrada a Roger Rojas), la UPN fue superior al León.

Ya al 25 Clinton Arzú había puesto a sudar de zurda a Edrick Menjívar, uno de los siete suplentes que anoche tomaron la titularidad ante el carnaval de ausencias en el equipo de Carlos Restrepo.

Lo que pasó al 34 fue para no creer: un centro venenoso de Júnior Padilla no pudo ser desviado por la cabeza de Román Valencia, que le ganaba el tiempo y el espacio a la inédita zaga olimpista compuesta por Israel Fonseca y el debutante con 19 años José García, que llegó de Victoria.

Bien plantado en la parte defensiva y con ganas de jugar con la pelota, el Lobo le daba clases de actitud a los olimpistas, que no se querían ensuciar la camiseta; Arzú, Róchez y Valencia eran un dolor de muela cada vez que agarraban la pelota, que luego pasó a ser propiedad de Olimpia, desde el 56 jugando con dos más luego de la roja que Héctor Rodríguez le sacara a Carlos Róchez por una entrada que apeó del campo a German el Patón Mejía.

Víctima de sus propios errores (entradas muy fuertes que desembocaron en expulsiones), la UPN le entregó el partido en bandeja de plata a su rival, un Olimpia que encontró en Roger Rojas el delantero con la llave del gol.

Al 71 y al 79. Primero al tocar sutilmente después de una gran triangulación entre los juveniles Reyes y Rembrandt y luego al conectar un derechazo seco, imposible para Mariano Pineda.

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