Deportes

Belleza, goles y batallas en el campo de fútbol

06.05.2017

Tegucigalpa, Honduras
Atrás quedó el estereotipo de que el fútbol es un deporte exclusivo para los hombres. Hoy los arduos entrenamientos y los 90 minutos de cada partido son también desarrollados por las mujeres.

No obstante, el simple hecho de que el balompié sea el deporte más seguido en Honduras puede hacer creer que existe una equidad en cuanto a la inversión por parte de las autoridades, pero la realidad es otra.

El apoyo económico a la rama femenina es una asignatura pendiente.

Para Mauricio Andino, de 40 años, presidente de la Liga Mayor de Fútbol Femenino de Tegucigalpa, la falta de espacios deportivos, de apoyo gubernamental y el cese a los programas de talentos que desarrollaba años atrás la Federación Nacional de Fútbol de Honduras (Fenafuth), son solo algunas de las injustas y pesadas cargas que llevan sobre sus hombros las deportistas y sus clubes.

Liga Mayor Femenina

Con una liga conformada por ocho equipos, cada una con un plantel de entre 28 y 35 jugadoras, se desarrollan los domingos, cada 15 días, las jornadas del campeonato, que inicia en agosto y culmina en marzo.

En efecto, uno de los principales problemas es el escenario deportivo en el que juegan: una de las canchas del Proyecto Gol, ubicada en El Tizatillo, al sur de la capital. Dicho proyecto, inaugurado en junio de 2015 y pensado para la formación del fútbol infantil y femenino, se encuentra en el completo abandono pese a que su construcción costó 43 millones de lempiras.

La lejanía del lugar, el pésimo estado del terreno y la inseguridad en el entorno describen a la perfección la ya clásica odisea a la que se enfrentan las muchachas para llegar puntuales al compromiso con el amor de su vida, el fútbol.

Además, las chicas y los dueños de los equipos se encargan de cubrir sus gastos. “Solo en pagarle a los árbitros son 500 lempiras; en transporte son entre 700 y 1,000 lempiras los que invierte cada equipo el día del partido”, contó Andino, el presidente de la Liga.

Fany Rodríguez y Sol Mejía cargando los balones previo al entrenamiento.

Fany Rodríguez y Sol Mejía, futbolistas de la Liga Mayor Femenina de Tegucigalpa.

2017, año del fútbol

Helga Chávez, quien estuvo a cargo del área de fútbol femenino en la Fenafuth, asegura que este año se verá un cambio en cuanto al apoyo económico, pues acepta que especialmente el 2016 fue uno de los años más críticos.

“A partir de este 2017, la FIFA nos otorgará un presupuesto de 100 mil dólares específicamente para desarrollar el fútbol femenino”, pero este dinero se destinará a los procesos infantiles de las selecciones Sub 12, Sub 15, Sub 17 y Sub 20.

El monto es corto si se valora las necesidades que presentan estos procesos, pero Chávez asegura que al menos es un alivio.

Asimismo, otra de las buenas noticias que celebran las futbolistas es la firma de un acuerdo con los dos equipos de Liga Nacional de la capital. Olimpia y Motagua se comprometieron a dotar de indumentarias deportivas a sus homónimos de la Liga Mayor Femenina. El primer paso está dado.

Sin embargo, es de criticar que de los equipos de Liga Nacional solamente Motagua, Olimpia, Real España, Vida y Real Sociedad tienen equipos de fútbol femenino, además del recién descendido Social Sol.

Fútbol y pasión

A sus 24 años, Sol Mejía es jugadora del Motagua, uno de los ocho equipos que conforman la Liga Femenina en la capital.

Con casi ocho años de experiencia en clubes profesionales, esta talentosa delantera asegura que su paso por el fútbol le ha dejado una de las etapas más bonitas de su vida. Y quienes se la imaginan vistiendo ropa holgada, con su cara lavada y sin maquillaje, están lejos de la realidad.

“No porque juguemos fútbol significa que vamos a dejar de ser femeninas. El fútbol también es para nosotras y creo que lo hemos demostrado y lo seguiremos haciendo”, dijo la atacante.

La guapa futbolista cuenta que en su paso por este deporte le ha tocado inclusive jugar contra varones, pero no por eso pierde su feminidad. Atrás quedó el estigma de que ser futbolista es sinónimo de masculinidad.

Goles, experiencia y talento

Fany Rodríguez, delantera del Olimpia, es una experimentada futbolista que presume ser la máxima goleadora de su equipo. Tiene 27 años y toda su vida ha practicado el considerado deporte más hermoso del mundo.

Rodríguez, de ojos claros, tez blanca y cabello rubio, estuvo en dos procesos de Selección Nacional y asegura que en Honduras se tiene rezagado al fútbol femenino, puesto que no se trabaja de manera estructural, respetando los procesos básicos de formación.

“Talento hay, pero no se les da el seguimiento para que las chicas formen parte de la Selección. Lo que se hace es que tres meses antes las reúnen y comienzan a querer complementar una Selección Nacional”, criticó.

Pese a las carencias que sufre este deporte, la romperredes acepta que se ha experimentado una evolución en cuanto a la mentalidad de las personas.

“Antes se creía que solamente los hombres podían jugar y no era bien visto que una mujer lo hiciera. Ahora los padres de familia llevan ellos mismos a sus hijas a los entrenamientos”, expresó.