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Marathón 1-2 Motagua en el primer examen del repechaje en el Morazán

Juan Pablo Montes y Félix Crisanto dejaron en estado de coma al Verde, que tiene que ganar
por dos en el Nacional para avanzar

Motagua
Motagua
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23.11.2016

San Pedro Sula

Dos estacas azules en el corazón verde dejaron herido de muerte al orgullo del Paz Baraona, el cuadro de la Sombra que terminó escuchando la peor de las melodías: “¡Fuera Pavón!”, “¡Fuera Pavón!”

El 1-2 dejó al Azul con un pie en semis y a Marathón obligado a ganar por dos...

De puerta a puerta
Como un tren bala, la corporación azul se lanzó con determinación para definir rápido la serie y en 180 segundos ya tenía contra la pared al Verde. El centro de Santiago Vergara no fue solamente el centro de Santiago Vergara: fue el confuso salto de Juan Pablo Montes. Fue la salida en vano de John Bodden. Fue el gol en propia meta de Samuel Córdoba. Y fue la hospitalización del arquero del Monstruo, que se fracturó la clavícula y salió rápido del clásico.

Sin Wilmer Crisanto ni Omar Elvir, Diego Vazquez pactó con la noche sampedrana un esquema para equilibrar el optimismo y si Klifox Bernárdez y Félix Crisanto se iban al ataque (se iban poco), Héctor Castellanos era el cabeza de área perfecto para la ocasión; adelante, en tanto, Erick Andino Portillo y Carlos Discua abrían todas las puertas de la zaga esmeralda, que sufría con dos desorientados Córdoba y Pauk Suazo.

Pero si Motagua se paraba como un caballo peruano, elegante, fino, con polenta, Marathón llegaba con Berríos, Reyes, el inusual titular Puerto y Charles Córdoba y hacía sufrir a su manera a Harold Fonseca, figura clave en los minutos 26 (le sacó un mano a mano a Diego Reyes) y 42 (le quitó la gloria a Alfredo Mejía, de venenoso tiro libre directo).

Ya no pudo hacer más el portero motagüense hacia el minuto 55. La cancha se había inclinado, después que el Verde persuadiera a la pelota como le gusta a Carlos Pavón. Walter Martínez (¿por qué fue suplente?) se puso de acuerdo con Mario Berríos y los dos que más saben con la globa empezaron a incomodar al cuadro capitalino, que descuidaba al más pillo del Verde, un Diego Reyes que se anticipaba a Henry Figueroa y le metía el cuchillo a Harold Fonseca con un verdadero golazo de potrero.

Golazo en el ocaso...
El final del clásico mantuvo a los hinchas con los nervios de punta. Marathón perdió la manija y mientras la hinchada verde explotaba con el “¡Fuera Pavón!”, Félix Crisanto la prendía con el alma de guerrero azul para poner de rodillas al Monstruo...

¿Será capaz de ganar por dos en Tegus el Marathón o ya le vamos poniendo las fichas al Ciclón?

+Los números de Diego Vazquez a la cabeza de Motagua