Honduras

'Honduras va por buen camino”

FOTOGALERÍA
05.05.2014

TEGUCIGALPA, Honduras. La hora de la entrevista se cambió cinco veces. Sucedieron llamadas por la mañana, la tarde y casi la media noche durante los últimos cinco días para cuadrar el lugar y la hora de la entrevista.

El sábado fue la última cita, a las 12:30, pero una hora y media antes se volvió a posponer, esta vez porque el Presidente estaba tomando acciones y girando instrucciones para dar con los responsables de la matanza de menores a manos de un desalmado en el municipio de Limón, Colón.

Puntual a la cita, en su residencia de San Ignacio, la seguridad llevó a los periodistas a la sala a las 2:55 de la tarde. Una muchacha ofrece café o refresco, se dan las gracias.

En el fondo, una mesa de trabajo como para 15 personas, unos parlantes a los lados, en el extremo derecho un bar y un juego de sala con un televisor enorme.

Por una puerta lateral aparece el Presidente sonriente, de pantalón azul y camisa azul celeste, estrecha la mano y le pregunta al fotógrafo si la vez que se cayó no se lesionó (el presidente participó hace 15 días en una caminata y el fotógrafo, por captar esas imágenes, se cayó, siendo atendido por la seguridad).

La plática discurre con normalidad, y lo que sigue son sus respuestas.

¿Cuáles son sus principales logros en estos cien días?

Yo creo que un logro importante en estos cien días es demostrar que el equipo de trabajo nuestro es un equipo de trabajo comprometido. Siento en una buena cantidad de hondureños un ánimo diferente, el deseo de cambiar y salir adelante, es un entusiasmo, es fe y esperanza. Y eso me alegra.

He tratado de salir todos los días a diferentes lugares del país y también fuera y me encuentro con gente en la calle que coincide en que Honduras está cambiando, es diferente.

Claro, son cien días, el tiempo es corto, pero ya se mira ese impulso y yo diría que esa es una de las grandes satisfacciones en este momento para mí.

Y también darme cuenta que el hondureño sabe en el fondo que su país tiene grandes potencialidades y que lo que ha ocurrido quizá es que ha habido una cortina de negativismo, pero se están quitando esas telarañas, y están con el deseo de salir adelante.

Así que en la medida en que el gobierno vaya por esa ruta, el sector privado y los diferentes sectores sociales converjamos en esta nueva sinergia, yo creo que el país va por buen camino.

La inseguridad, sin embargo, sigue siendo uno de los principales problemas en el país. Sí, el tema de la inseguridad seguirá siendo por algún tiempo... porque tristemente los niveles a los que llegamos de infiltración del crimen organizado en el aparato estatal no permitían que pudiéramos hacer las cosas efectivamente, por mucha voluntad que hubiera en ciertos niveles.

Pero ahora sí miro yo a un cuerpo policial en su gran mayoría comprometido y ahora ya no estamos debatiendo si van o no las pruebas de confianza, sino que se están haciendo.

Mire usted que jueces y fiscales ya las aceptaron, administradores de hospitales las practicaron, en el caso de la DEI, de igual manera, en diferentes instancias.

Ya el funcionario y el servidor público saben que tienen que tener estándares mínimos para poder trabajar. Pero también he sentido un compromiso y hemos dado pasos importantes: la extradición manda un mensaje importante dentro y fuera, el enjuiciamiento de bandas criminales en cantidades que quizá nunca se habían hecho también manda un mensaje, ir retomando el control de las cárceles poco a poco, por lo menos ahorita con las llamadas, también es muy importante.

La curva de aprendizaje en estos cien días en cuanto a ser más efectivo en el tema de secuestro y extorsión también nos va dando la pauta de los que podemos hacer.

Ahora bien, no es un tema fácil, es un asunto de mediano y largo plazo, pero además, diría yo, que el pueblo hondureño está viendo que todos los días existen actividades en todos los municipios, en todos los departamentos, en unas zonas más y en otras zonas menos, dependiendo de la intensidad, hay un ritmo de trabajo muy importante.

Nunca en la vida de Honduras se había tenido tanta presencia en un sector como La Mosquitia y ya construimos un escudo en esa zona, que era una de las zonas más despobladas y que se había dejado a merced de los delincuentes quizá por la falta de capacidad del Estado en equipo, pero ahora con los radares, la repotenciación de los tucanos, helicópteros, ya tenemos una capacidad de construir el escudo aéreo.

Y el escudo marítimo, que hay que reconocer que Estados Unidos nos está ayudando, también está dándonos resultados y estamos estructurando los escudos terrestres en las fronteras.

Estamos trabajando muy de cerca con Nicaragua, las últimas operaciones que ustedes pudieron ver la semana anterior tienen que ver con el trabajo efectivo con Nicaragua; de igual manera lo estamos haciendo con Guatemala y lo haremos con El Salvador.

Ya platicamos con el presidente Sánchez Cerén y también El Salvador nos informa cómo a veces se vienen los jefes de las maras para acá y nosotros estamos listos para actuar y de hecho hemos tenido éxito. Así que yo diría que en seguridad hemos dado pasos importantes, sabemos que no es suficiente, es un tema de mediano y largo plazo.

El ministro de Seguridad, Arturo Corrales, ha dicho que la meta es terminar este año con una tasa de homicidios de 30 por cada cien mil habitantes, ¿es posible llegar a esta meta, sabiendo que venimos de 86.5? El compromiso nuestro es bajar la tasa en los cuatro años, pero si se mantiene el ritmo que llevamos en estos cien días vamos a tener una rebaja mucho más importante.

Ahora, en esto no podemos descartar las reacciones que pueda haber, yo esperaría y rogaría a Dios que no sea cierto que este tema de los niños sea en reacción a lo que hemos estado haciendo, sería una semejante barbaridad.

Pero que también sepa el pueblo hondureño, los delincuentes no se van a esconder en ninguna parte del mundo hasta que los agarremos, como ha estado ocurriendo en algunas operaciones.

La capacidad del Estado ahora es mucho más efectiva, pero si el crimen organizado reacciona tenemos que hacerle ver al pueblo que no podemos retroceder.

Los delincuentes ahora saben que están cercados, saben que están muy limitados, saben que buena parte de sus jefes ya están siendo capturados, saben que existe cooperación de los países centroamericanos y de países como Colombia y México, saben que donde yo he ido fuera del país he ido a pedir apoyo para el tema de seguridad y saben que este ya no es un terreno fácil. Ahora, si hay consecuencias las vamos a enfrentar, pero vamos a prevalecer, estoy seguro que Dios nos va a acompañar.

¿Usted cree que hay sectores que han querido boicotear los esfuerzos en la lucha contra la inseguridad?

Sin duda, sin duda. usted recuerda cuando empezamos a hablar de las medidas que nos iban a permitir depurar la policía en términos de las pruebas de confianza, usted vio que durante año y medio tuvimos ese debate, que había sectores, unos inocentemente, haciéndoles el juego a las bandas de criminales; y también diría que dentro del mismo Estado han existido personas que estaban boicoteando, el simple hecho de no querer que las Fuerzas Armadas participaran, también por omisión, diría yo, o tal vez por tema de orden ideológico, no tenían idea del daño que le hacían al país si las Fuerzas Armadas no entraban en esta lucha.

Finalmente, el pueblo decidió, a través de la votación de las elecciones pasadas, y hoy las Fuerzas Armadas han sido un brazo muy muy importante en esta lucha.

Yo diría también que tenemos organizaciones, que supuestamente velan por los derechos humanos, que no le hacen un bien al país al querer divulgar información que no es precisa, que no es justa, y eso tiene repercusiones terribles en el exterior, afectan enormemente la imagen del país.

Ahora, también hemos sido claros en que aquí es un tema de lucha contra los grupos criminales, pero respetando los derechos humanos, y para eso el buen juicio, la buena crítica es correcta para que el Estado no vaya a cometer abusos, y si existen, vamos a proceder.

Eso fue lo primero que conversamos con quienes hoy dirigen la Policía y las Fuerzas Armadas, pero también en el manejo de todos estos temas es importante saber las implicaciones que tienen dentro y fuera.

Yo me he dado cuenta en estos cien días que cuando salgo a promover al país, porque cada viaje que hago lo hago con un doble propósito: a lo que se va expresamente, pero también a pedir que vengan los inversionistas, que vengan los turistas, pero me he encontrado con que la imagen del país ha estado sumamente deteriorada, pero ya estamos tomando acciones al respecto que ustedes en los próximos días van a ver.

En su discurso de toma posesión usted planteó un reclamo a la comunidad internacional y, particularmente, a Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, ¿cómo ha sido en estos cien días su relación con ellos?

Mire, yo diría que ha sido una relación de respeto, de reclamar... Aunque seamos un país pequeño, tenemos dignidad, eso a algunos de ellos no les ha gustado mucho, pero creo que con el pasar del tiempo y la relación que hemos tenido han entendido que somos un país como cualquier otro, que por muy pequeño y pobre que seamos, limitados de recursos, tenemos dignidad.

Y una vez que establecimos ese parámetro les dijimos: ¡muy bien!, hay temas en los que ustedes no nos quieren ayudar aduciendo que sus leyes no les permiten, respetamos eso; el caso del escudo aéreo, ellos no solo nos dijeron que no nos iban a dar la señal sino que les dijeron a otros países qué señal e información producida por Estados Unidos no podía ser compartida con Honduras, entonces nosotros asumimos como país el tema del escudo aéreo.

Ahora, en el tema naval ellos no han tenido problema y voy a agradecer yo de manera especial al general Kelly, al jefe del Comando Sur, lo visité antes de ser presidente, ya siendo electo, y platicamos privadamente sobre muchos temas, pero ya cuando hablamos oficialmente encontré mucha receptividad.

También nos están ayudando en algunos temas de prevención, hay que reconocerlo, pero mi reclamo seguirá siendo fuerte y de frente, con respeto, mientras existan funcionarios en Estados Unidos que, vuelvo y repito, siento que tienen una doble moral con este tema de la inseguridad en Honduras.

Para ellos es un asunto nada más de salud allá: cuántos adictos tienen, cómo los van a tratar, o sea, la droga no genera la violencia que sí genera aquí en Honduras; entonces, si ellos son el principal consumidor de las drogas que pasan por Honduras y al pasar dejan una estela de sangre, para mí es inaudito que no acepten esa responsabilidad.

Y hay otro fenómeno derivado de este problema, la pérdida de vidas humanas es uno, que va ligado a perder dos o tres generaciones de jóvenes que pueden ser talentosos, luchadores, trabajadores, y el otro efecto es el desplazamiento por inseguridad hacia Estados Unidos, ellos no miran eso como una consecuencia de la falta de atención.

Entonces yo seguiré reclamando más compromiso de todos los funcionarios de Estados Unidos y que se den cuenta de qué es lo que realmente vivimos, porque he llegado a una conclusión: o nos están viendo bajo el prisma de la Honduras de la crisis de 2009 o bajo el prisma de la Honduras de la época de los ochenta, pero de cualquier manera tienen información equivocada.

Aquí en Honduras todos los días vamos avanzando en el tema de bajar los niveles de impunidad; nunca antes se había visto a jueces judicializados, fiscales judicializados, policías, operadores de justicia. Nunca se había visto a jefes de banda, a narcotraficantes en este tema de extradición, y yo creo que ni los mismos americanos creyeron que iba a ser posible, pero esos pasos los estamos dando; yo no miro que exista de todos los funcionarios, a cierto nivel, un reconocimiento al problema que le generan a Honduras sus compatriotas que consumen drogas y quienes la trasladan hacia allá.

Siempre sobre este tema del narcotráfico, ¿usted tiene informes o cree que hay grupos del crimen organizado, narcotráfico o extraditables que están detrás de la violencia para mandar mensajes al Estado o atemorizar?

Yo no lo descartaría. Hace un tiempo, creo que no habían ocurrido las elecciones, de las tantas amenazas que uno recibe, pero yo recibí algunos y tuve la oportunidad de escuchar algunas grabaciones en las que decían que era mejor detener eso, porque si no iban a haber consecuencias; cuando alguien me quiso abordar, mire, le dije, por favor, con respeto, yo no tengo nada que hablar sobre ese tema porque aquí en Honduras tiene que ser un país donde la justicia impere y si yo llego a ser presidente voy a encargarme desde mi responsabilidad de que eso ocurra, y es lo que hemos venido haciendo.

En otros países eso ocurrió y yo no descartaría que eso esté ocurriendo aquí, es más, estoy seguro que algunas cosas están ligadas con otras, pero aquí, como le decía al principio, no podemos retroceder. Tenemos que recuperar el país.

¿Siente que algunos funcionarios que ha seleccionado no corren a su ritmo y tendrán que quedarse atrás?

Hasta estos cien días creo que ellos han ido acompañando el ritmo. Recuerde que venimos de una campaña y una campaña es algo muy dinámico y requiere de mucha energía, entonces no es muy diferente a lo que ahora estamos haciendo, pero ahora es un compromiso personal y estamos trabajando en una gestión por resultados.

A partir de estos cien días ustedes van a ver la primera plataforma informática de gestión por resultados, que queremos que los medios y el pueblo la conozcan para que nos puedan ir evaluando, como iré yo evaluando a mis funcionarios.

Pero el compromiso fue claro desde un inicio: se queda el que tiene el deseo, pero también el que muestre los resultados y el que no, pues vamos a seguir siendo amigos, pero va a tener que hacerse a un lado.

En el tema de transparencia y lucha contra la corrupción siempre se pide más, allí están el Seguro Social, el Injupemp y otras entidades, ¿hasta dónde va a llegar su gobierno?

Nosotros estamos claros en nuestra lucha contra la corrupción y sabemos que ha sido un modus operandi en Honduras y en la mayoría de los países.

Tristemente eso va con la naturaleza del ser humano, pero también va con la naturaleza del ser humano promover principios de transparencia y principios de respeto al público, principios de honestidad.

En el caso del Seguro y del Injupemp, en el caso de la DEI, Serna, en el caso de todos los registros públicos que están dentro del Poder Ejecutivo, todos están intervenidos y quienes han intervenido van con la instrucción de sacar la información; y cuando esa información nos da pie, se procede a anular... todo lo vamos a hacer, particularmente en el área de minas, hemos encontrado cuestiones difíciles y el Estado no se puede quedar sin esos recursos.

En el caso de la DEI, igual, hay casos que no han salido a la opinión pública, pero ya están judicializados.

Fuimos muy claros y contundentes cuando iniciamos: no vamos a permitir funcionarios indolentes ni corruptos y vamos a implantar una nueva cultura de transparencia, para eso el pueblo tiene que ayudarnos, lo mismo que los medios de comunicación, y también entender que una acción se da en el ámbito del Poder Ejecutivo, como las intervenciones, otras acciones se dan en el ámbito del Ministerio Público y otras en el ámbito del Poder Judicial.

Ahora bien, algo muy importante es que a veces la impaciencia nos puede llegar a generar impunidad, ¿a qué me refiero con esto?

Me decía una colega suya y “dónde está fulano de tal, cuándo lo van a aprehender”, y si yo le contesto esto prácticamente le estoy diciendo “que se vaya”, entonces a veces quienes están haciendo la investigación dicen: bueno, puedo agarrar a este y a este si actúo ahorita, pero si permito que sigan las comunicaciones y estoy monitoreando y estoy haciendo los enlaces y voy construyendo la evidencia se puede ser más efectivo en término del número de personas que participan en una operación de corrupción. Eso también hay que permitir a los operadores que lo hagan.

En este caso de los niños (víctimas de la violencia en San Pedro Sula) yo he estado desde hace tres días encima, y bueno, yo les decía “tienen razón, esperemos un poco más porque si no entonces podemos agarrar a uno, pero no ha todos”. Entonces en esa parte es bueno darles el espacio.

En cuanto a las acciones del Poder Ejecutivo en términos de transparencia, todas estas intervenciones van con este mensaje y, además, la gestión por resultados lleva un componente que es el de transparencia. Vamos a ser un gobierno muy diferente en este sentido y yo sé que el pueblo hondureño poco a poco va a ir teniendo más confianza y también estoy consciente de que en la medida en que nos miren más positivo en transparencia, habrá más exigencia. Y eso es bueno.

Usted en la campaña dijo que la izquierda aglutinada en Libre representaba el camino malo y ahora el expresidente Zelaya al referirse a usted lo tilda de un presidente ilegítimo. ¿Sigue creyendo lo que dijo en la campaña?

Mire, hoy que ha pasado el tiempo me he encontrado con mucha gente de Libre que estaba allá porque no creía que nosotros éramos capaces de hacer ciertos cambios que ahora ellos están viendo, es más, conozco gente, líderes que han salido electos que me dijeron: si yo hubiera sabido que usted iba a actuar así, yo le hubiera dado el voto a usted.

Ahora, sigo sosteniendo lo siguiente: hay ciertos líderes y miembros del partido Libre que están coludidos con grupos y que le han causado mucho daño al país, y usted mirará cómo se va dando esto en el tiempo.

Por ejemplo, una cosa es estar en contra de la extradición por razones de orden ideológico y otra cosa es estar en contra de la extradición porque se tiene una relación de dependencia económica o de amistad o familiar con un posible extraditable. Para mí fue inaudito que el 1 de mayo líderes del partido Libre sacaran pancartas diciendo no a la extradición, hay una vinculación clara.

Luego cuando usted mira la crítica al tema de la extradición desde diferentes medios con tendencia política, usted fácilmente puede llegar a decir aquí hay algo extraño. Entonces el camino malo es ese, es el camino de la impunidad.

Yo lo invito a que usted revise las cifras -y ustedes las deben tener porque son un medio que maneja más profesionalmente esa parte-, mire las cifras de inversión extranjera directa, mire las cifras de crecimiento económico, mire las cifras de pobreza, mire las cifras de violencia… el 2008 versus cuando salió el presidente Maduro, no se empezó a degenerar esto en 2009 sino que en 2008, la crisis de 2009 complicó aún más las cosas, pero ya venían en escalada; entonces ese camino malo fue el que el hondureño no quiso volver a vivir, por eso votó de una manera diferente y por eso hoy si usted conversa con una buena cantidad de gente que le dio el voto a Libre, al darse cuenta de eso, entonces ya no están allí. Aquí yo creo que sigue siendo válido que el camino malo ha sido esta gente.