Condena, repudio, indignación y vergüenza son parte de los sentimientos que desató en las redes sociales y en los diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales el escándalo de la Embajada de Honduras en la ciudad de Bogotá, Colombia, que fue revelado en exclusiva por EL HERALDO.
Y es que decenas de hondureños fustigaron a través de los medios electrónicos el saqueo de la sede diplomática la noche del 20 de diciembre, luego de que un empleado de confianza del embajador, Carlos Rodríguez, montara en la propia Embajada una borrachera con amigos y prostitutas.
La noticia, revelada en exclusiva por EL HERALDO, incluso recorrió el mundo al despertar el interés de importantes e influyentes medios de comunicación internacionales que destacaron el bochornoso incidente.
El diario El Mundo, de España, es uno de esos medios que en su portal web tituló: “Orgía y robo en la Embajada de Honduras en Bogotá”.
Vergüenza
¿Estas son las personas que nos representan en el exterior?, ¡Qué vergüenza! ¿Qué clase de diplomáticos son estos?”, comentó una persona que se identificó como Flor en la página www.elheraldo.hn.
“Una vergüenza más para los hondureños, con prostitutas realizan fiesta en la Embajada de Honduras en Colombia”, escribió en su cuenta de Twitter José Eguigurems.
“Qué vergonzoso suceso de la Embajada de Honduras en Colombia, esperamos que (el Presidente) pida la renuncia del señor Rodríguez”, comentó en su Twitter Danna Hernández.
Agencias
También agencias internacionales de noticias como The Associated Press (AP) en uno de sus artículos tituló: “Buscan a prostitutas que habrían robado la Embajada de Honduras en Bogotá”.
Asimismo, diarios colombianos como El Tiempo y El Espectador que tituló: “Prostitutas robaron Embajada de Honduras porque no les pagaron”, al igual que cadenas internacionales de televisión como RCN Radio de Colombia, Caracol y hasta Telemundo a través de su programa Al Rojo Vivo, entre otros.
Según la información, el pasado 20 de diciembre tras disfrutar del alcohol y del sexo, las invitadas de un empleado del embajador se robaron computadoras y teléfonos móviles y hasta defecaron en la oficina del propio embajador y en el escritorio del agregado militar de la sede diplomática.
