Honduras

Derroche de civismo y belleza en desfiles patrios

Al ritmo de las bandas marciales, las palillonas y las pomponeras embellecieron la celebración. El espectáculo de los paracaidistas y de los caza F-5 realzó la fiesta + Vea la fotogalería

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07.04.2014

Bajo un cielo benévolo que permitió el fluir del civismo; estudiantes, militares, autoridades civiles y representantes de organizaciones de la sociedad desfilaron conmemorando el 191 aniversario de la independencia de Honduras.

La celebración de esta fecha memorable comenzó a las 12:00 de la noche en la Casa Presidencial, donde tras izarse las banderas de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, el vicealcalde Juan Diego Zelaya leyó el Acta de la Independencia. Instantes después, el presidente Porfirio Lobo Sosa gritó: “Compatriotas de todo el país, hermanos centroamericanos: ¡Viva la independencia! ¡Viva la República! ¡Viva Centroamérica!”

Tras el grito de independencia, la quietud de la noche se rompió con el estruendo de los cohetes de los fuegos pirotécnicos, que iluminó el cielo apacible.

A esta ceremonia nocturna acudió el cuerpo diplomático acreditado en el país y todo el gabinete de gobierno.

Luego de esta vigilia, a las 6:00 de la mañana, nuevamente siete cañonazos se escucharon en el cerro Juana Laínez; así, los militares también saludaban la liberación del Reino de España. Esta es una fecha memorable que todos los hondureños debemos recordar y celebrar, dijo el ministro de defensa Marlon Pascua, quien llegó a la colina a presidir la ceremonia militar.

Desfile

El día amaneció y el fervor patrio apareció por todos lados. Los estudiantes de 50 colegios -en su mayoría privados- llegaron poco a poco al punto de partida de la marcha, frente al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), ubicado en el bulevar Suyapa.

Los colegiales lucieron sus trajes de gala, las pomponeras y las palillonas llegaron frescas, radiantes, atractivas, mientras que los integrantes de las bandas de inmediato iniciaron el calentamiento de sus redoblantes.

En otro sector de la ciudad, la denominada Resistencia Popular -acompañada de varios colegios oficiales- también se preparó para un desfilte paralelo.

Fervor

A las 7:22 de la mañana, una escuadra de cadetes de la Academia Militar Francisco Morazán, portando las banderas de los cinco países centroamericanos, comenzó el desfile, flanqueado por miles de personas, que para olvidar por un momento las penas generadas por la crisis económica, se apostaron en la orilla del carril por donde se desplazó la marcha.

Le siguieron los miembros del Comité Interinstitucional, autoridades departamentales de educación, jubilados del Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados del Poder Ejecutivo (Injupemp), Cruz Roja, veteranos de guerra, el Cuerpo de Bomberos y su academia, y una representación de la Secretaría del Interior, presidida por el ministro Áfrico Madrid.

Una de las participaciones que llamó la atención fue la organización Volvamos a Clases, que llevaba una jaula con gallinas y sobre ella una urna con la siguiente lectura: “La educación, negocio del magisterio”.

Luego del paso de los representantes de las entidades estatales y de las organizaciones civiles, el primer instituto en aparecer en el desfile fue el colegio Luz y Verdad.

Desde ese momento, las bandas de guerra de los centros educativos comenzaron a marcar el paso de los pelotones de estudiantes, así como la cadencia de las hermosas palillonas y pomponeras.

Lentamente, la calle se llenó del sonido agradable de las liras, del golpe estremecedor de los bombos y del aplauso y grito de los presentes.

A medida avanzaba el desfile, la calle desde las instalaciones del BCIE hasta el estadio Nacional parecía una gran cinta magnetofónica, llena de ritmos suaves y cadenciosos.

Aparte de las palillonas y las pomponeras, la presentación de miembros de la Academia Militar Francisco Morazán, así como de la Academia Militar de Aviación y de los cadetes de la Fuerza Naval, fue muy aplaudida, tanto en la calle como dentro del estadio, adonde llegó una gran cantidad de personas.

Asimismo, el espectáculo ofrecido por los paracaidistas y los aviones caza F-5 colmó el fervor cívico de los capitalinos.

Lentitud

A pesar que el desfile se realizó en un ambiente de tranquilidad y respeto, no faltaron los impases organizacionales, pues a medida que los colegios ingresaban al coloso deportivo y pasaban por el estrado principal, donde se encontraba el presidente Porfirio Lobo y algunos de sus ministros, el desfile se volvió muy lento.

A la 1:00 de la tarde, el centro educativo Children Village, que tenía asignado el puesto número 36, todavía estaba esperando su inicio frente a Emisoras Unidas, y atrás de ellos esperaban otros 14 colegios.

“Aquí estoy con mi hijo desde las 7:00 de la mañana y no hemos avanzado ni un metro. No creo que lleguemos hasta el estadio”, lamentó Yeimi Cruz, madre de uno de los niños de la Children Village.

Ante tal situación, los integrantes del colegio Salam Sucop, que era el último -número 50 en la lista del desfile-, decidieron marchar en el otro carril del bulevar Suyapa.

El desfile, pasando por el estrado principal, concluyó a las 6:20 de la tarde, luego del ingreso al estadio Nacional de un grupo de jóvenes que desfilaron para concienciar a la ciudadanía contra la violencia.

Los hondureños siguieron a través de www.elheraldo.hn
la transmisión en vivo del evento.