Honduras

Marleny Oyuela Herrera, un milagro de corazón

Madre hondureña, a quien médicos solo le daban dos años de vida, fue intervenida y compartió su historia desde Estados Unidos. Su fe y sus ganas de vivir la llevaron a tocar puertas.

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07.04.2014

Marleny Oyuela Herrera es una joven madre que representa un milagro de Dios.

Ella es una estilista de 36 años de edad a quien hasta hace algunas semanas los médicos le daban dos años de vida.

Un tipo de soplo extraño de corazón amenazaba con separarla de sus tres hijos, de su esposo y del resto de su familia.

Su enfermedad de tipo congénita le impedía realizar cualquier tipo de esfuerzo físico en su hogar y requería una intervención quirúrgica urgente.

Tras el desafortunado diagnóstico, Marleny y su familia comenzaron a buscar hospitales en el país para someterse a una operación de corazón abierto.

Ella relata que la intervención tenía un valor de casi medio millón de lempiras, monto que no podía pagar.

“La operación costaba medio millón, se abría todo, desde la garganta hasta el ombligo con 200 puntos y no me daban un 100 por ciento de garantía, solo daban un 50 por ciento de vida y 50 por ciento de muerte”, dijo la madre hondureña originaria de Comayagua.



Milagro
Su fe y sus ganas de vivir la llevaron a tocar puertas hasta que mediante una brigada pudo gestionar su operación de manera gratuita en los Estados Unidos.

Con la ayuda de la Embajada de Honduras en Washington, Marleny pudo adquirir una visa humanitaria para viajar y someterse a una cirugía en el George Washington Hospital, en la capital estadounidense.

Ahí los médicos detectaron que tenía un agujero de dos centímetros en su corazón y que urgía la intervención.

“Por una pierna me hicieron un agujero como de un centímetro y me metieron unos cables con algo como un robot y por ahí implantaron una malla, no me hicieron cirugía, ni me pusieron puntos, ni nada fue como algo sorprendente”, explicó.

El milagro de su vida se vio manifestado cuando los médicos -en medio de la operación- se percataron de que su corazón requería de una malla más extensa que la que poseían.

Tras haber iniciado el procedimiento, los médicos se trasladaron de urgencia a otro hospital en Washington para adquirir la malla y de regreso al quirófano sufrieron un accidente automovilístico.

La operación, que estaba programada para 45 minutos, tardó más de seis horas, relata.

“Hubo un momento en que se complicó la operación, los médicos tuvieron que correr a traer la malla a otro hospital, fueron corriendo, había trafico, el carro que traía la malla tuvo un accidente, se tuvo que bajar el doctor a la carrera al hospital, llevó la malla y todo eso duró casi seis horas”.

“Esto es un milagro de Dios, yo le agradezco todo a Dios, Él me ha dado esta bendición, es un milagro de Él y le agradezco a la Embajada de Honduras y a los doctores del hospital que han hecho todo lo posible por traerme acá y hacer todo esto gratuitamente”, expresó.

Tras la intervención, los médicos diagnosticaron a Marleny como una mujer sana.

Ella ahora podrá llevar una vida normal y tras pasar meses tras meses con todo tipo de medicamentos ahora solo tendrá que tomar una aspirina para niño diaria por el resto de su vida.