Honduras

Poder Legislativo aprueba leyes, pero no son discutidas

El balance hecho por FDSF coincide en que la producción de leyes ha sido positiva, sin embargo, la efectividad no ha sido satisfactoria.

    07.04.2014

    Organizaciones no gubernamentales que anualmente monitorean la acción legislativa del Congreso Nacional de Honduras estiman que las leyes aprobadas durante las dos últimas legislaturas no han mejorado la calidad de vida de los hondureños.

    Para el caso, se han aprobado muchos decretos para enfrentar el tema de la seguridad, pero en el terreno de la práctica estas leyes han tenido poca efectividad, según José León Aguilar, director de la Fundación Democracia sin Fronteras (FDSF).

    El problema de la inaplicabilidad de algunas leyes obedece a que las mismas son aprobadas, pero no son discutidas a profundidad con el fin de que sus disposiciones tengan sus efectos, según León Aguilar.

    FDSF es uno de los dos entes no gubernamentales que anualmente presentan un balance legislativo del Congreso. La otra organización es el Centro de Investigación, Protección y Defensa de los Derechos Humanos (Ciprodeh).

    Aguilar evaluó que el primer año del actual Congreso fue positivo en cuanto a la producción legislativa, pero no todos los decretos aprobados fueron publicados por el Ejecutivo. Hubo una gran cantidad de proyectos que presentaron los diputados, pero que no todos fueron discutidos.

    Segunda legislatura

    Subrayó que de la legislatura 2011 no se tiene una estadística de los decretos aprobados, solo de las leyes publicadas, que no han sido tan buenas para el país porque algunas de estas tuvieron un rechazo de la sociedad.

    Aguilar mencionó que entre las leyes polémicas están los 'paquetazos', los contratos de compra de energía, las concesiones y la elevación de los impuestos aeroportuarios y migratorios, así como algunas medidas dirigidas a beneficiar a sectores y no a un conglomerado nacional.

    Citó como aciertos del CN la aprobación del Plan de Nación al inicio de este gobierno, las reformas constitucionales del plebiscito y el referéndum y otras de trascendencia nacional, pero en todos los casos, estas decisiones fueron politizadas, por lo que han tenido bajo impacto económico, político y social.

    Aguilar cuestionó que de nada sirve la producción de buenas leyes si persiste la misma conducta de los responsables de ejecutarlas. En ese sentido, advirtió que se necesita un cambio de actitud de los gobernantes y de la ciudadanía. Además, precisó que a base de leyes 'no vamos a cambiar un país'.