TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En un acto impregnado de emotivas anécdotas, la comunidad intelectual y universitaria se congregó en el Paraninfo Ramón Oquelí de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) para honrar el legado inmortal del escritor hondureño Eduardo Bähr.
El evento se erigió como un monumento vivo de la sabiduría, enalteciendo la trayectoria del también actor y profesor en el cenit de una semana consagrada al idioma español.
En el epicentro del acto, las docentes universitarias Soledad Altamirano y Yadira Eguigure, acompañadas de la periodista Samaí Torres, tejieron un tapiz de anécdotas fundidas en la esencia del hombre de letras.
“Uno aprendía más en las conversaciones informales con él que en las mismas clases”, puntualizó Eguigure, mientras compartía algunos recuerdos que caracterizan la reminiscencia de un exponente cuya pluma trascendió más allá de un papel.
La visión solidaria del homenajeado es, sin duda, el vínculo que conecta a todas las personas que se empaparon de su esencia. “Él era un gran amigo, se alegraba por los triunfos de nosotros.
Era un ser extraordinario”, destacó Altamirano, quien se siente agradecida por haber estado cerca de un gran mentor como Bähr, que jamás se jactó por su inclinación literaria, “el profesor nunca dijo que él era escritor, esa faceta era fuera de las aulas”, aseguró.
Por su parte, Eguigure puntualizó que Bähr “es la figura que cualquier estudiante estaría feliz de tener cerca. Él siempre tenía un consejo para todos. Fue una persona entrañable y necesaria”.
Un recuerdo que se vio reforzado en el texto enviado desde Olanchito, Yoro, por el profesor Ennio Maldonado, y que fue escuchado en la voz de Glenda Estrada, Jefa de Redacción de EL HERALDO: “Por su don de gente, sin poses doctorales y sin pontificar, siempre abierta a escuchar y leer a los poetas y narradores nuevos, Eduardo fue una especie de mentor a quien todo mundo acudía para mostrarle sus trabajos y todos recibían la palabra siempre sincera, siempre crítica, siempre acertada y amistosa”.
El Vicerrector Académico de la UPNFM, Bartolomé Chinchilla, también hizo memoria del tiempo en que conoció a don Eduardo, quien “más allá de su faceta como escritor dejó una huella imborrable como docente de la UPNFM, su compromiso y pasión por las letras marcaron a generaciones de estudiantes, aquellos que tuvieron el privilegio de ser sus alumnos estamos aquí y lo recordamos con mucho cariño y aprecio”.
El acontecimiento fue marcado por un video que retrató la esencia de Bähr, desde la mirada de María Eugenia Ramos, Boris Lara y Samuel Trigueros.
A continuación, la exhibición audiovisual.
Su hijo, Johann Bähr, recibió como parte del homenaje una placa conmemorativa y un retrato de su padre a cuenta del eterno agradecimiento al genio literario de su progenitor.
“Hay tantas cosas que puedo decir de Eduardo, lo más importante es que él nos tenía presente a todos. Se acomodó para poderle dar un pedacito de él a cada persona que lo buscaba y se encontraba en la calle”, reconoció con orgullo
Biografía de Eduardo Bähr
Eduardo Bähr fue un cuentista y actor de teatro y cine. Partió a lo ignoto el pasado 4 de agosto de 2023, dejando una huella indeleble en el marco de la cultura hondureña.
En 1995 recibió la Medalla Gabriela Mistral con la que el gobierno de Chile reconoció a 50 intelectuales del mundo.
Entre sus obras figuran: “Fotografía del peñasco” (1969), “La fiesta umbría” (2006), “El oculto sexo de la luna” (2019) y otros. En literatura infantil publicó “Mazapán” (1982), “El diablillo Achís” (1991) y “Malamuerte” (1997), entre otros.
